prólogo I, de Agustín Rossi


I

Cuando recuerdo mi inicio militante en la Juventud Peronista, la figura de Sergio se divisa nítidamente. A pesar de ser primos, nuestros encuentros en la infancia y adolescencia fueron esporádicos. Años más tarde, nuestros caminos se cruzaron estudiando Ingeniería en Rosario. Años de dictadura convivían con sueños épicos y libertarios.
Sergio es un gran lector -un tipo leído, dirían nuestros abuelos- y una excelente pluma, con un estilo en donde abundan argumentos y adjetivos calificativos. Para él un solo adjetivo es mezquino para calificar un momento y un solo argumento es insuficiente para defender una buena idea.
Bienvenido, entonces, a este libro para poder leer y disfrutar textos donde despliega en su prosa historias de vida, experiencias militantes, conocimiento histórico y capacidad argumentativa. Artiguista y conocedor profundo de la historia argentina, interpela y resignifica cada acontecimiento que relata. El lector distinguirá en cada uno de ellos reflexiones agudas, no exentas de ironías, que demuestran el fino sentido del humor que ostenta nuestro autor.
“Tiempo, lugares y ausencias” es un recorrido de la Paraná (su ciudad natal) de los años 60, descripción detallada de lugares y aromas, con el mismo estilo de Saer cuando en algunos de sus cuentos realiza recorridos similares por la ciudad de Santa Fe, en la orilla de enfrente. Queda evidenciado su amor por su ciudad de origen, y podría afirmar, con las licencias del caso, que es más paranaense que entrerriano.
Es una materia de debate permanente entre los militantes del campo nacional y popular el comportamiento político-electoral de la bendita clase media argentina. Desde Arturo Jauretche, intelectuales, sociólogos, pensadores han intentado desde distintos ángulos acercarse al tema. En “No solo a Aquiles se le escapo la tortuga”, Sergio también lo intenta, con una novedad: ¿desde dónde lo hace?, desde la Teoría del Calculo Infinitesimal. Sencillamente brillante. La matemática, como ciencia del conocimiento, refleja palmariamente el desafío del saber; cuanto uno más sabe de matemáticas, más reconoce lo poco que sabe. Vale para la clase media argentina, cuanto más la conocemos menos la entendemos.
“Kirchnerismo como moderación”  y “Visión sobre el Frepaso”  son relatos de un militante y dirigente comprometido.
El primero, escrito en 2012, es una mirada sobre el kirchnerismo desde las elecciones del 2003, con la singularidad de que no está basado sólo en los aspectos sobresalientes del proceso, sino que una y otra vez, se detiene en analizar las reacciones opositoras, su multiplicidad de impugnaciones, y brinda argumentos, algunos conocidos y otros novedosos, como respuestas ante las usinas deslegitimadoras del proceso. Premonitoriamente, reflexiona sobre la sucesión de CFK, con un sorprendente nivel de aproximación a la realidad de estos días. Destacable.
En el segundo, encontramos la mirada de quien supo ser constructor de ese espacio político y dirigente con distintos niveles de responsabilidad. Sergio nunca pierde su mirada analítica, pero en varios tramos deja florecer su primer entusiasmo y posterior desencanto. Presenta al Frepaso, como el heredero virtuoso de la Renovación Peronista, convirtiéndose en el refugio progresista de la oposición en los 90, y relata su recorrida hasta la experiencia en el gobierno de la Alianza. Arriesga puntos de inflexión; la muerte de Carlos Auyero, la interna De la Rúa-Fernandez Meijide que califica de error, la rebaja de sueldos y jubilaciones que intuye como el principio de una serie de hechos que culmina con la renuncia de Chacho Álvarez meses después.
He dejado para el final, el texto “¿Escrache o apretada?”, referido a la agresión que sufrí frente a mi casa en Rosario, por parte de productores rurales en épocas de la 125. El discurso hegemónico por aquellos días legitimaba la agresión, presentándola como escrache. Por cierto, la mayoría de las acciones llevadas adelantes por las patronales agropecuarias durante esos meses eran pasibles de “legitimación automática”. Sergio, con agudeza, interpela el discurso hegemónico (y mayoritario) en un tiempo donde muchos callaban. Simplemente gracias.
Honrado por haber sido invitado a escribir uno de los prólogos, celebro esta recopilación de agudas reflexiones, hechas por alguien que transita la vida con la misma dignidad que transmite en sus escritos.
Agustín Oscar Rossi


Comentarios

Entradas populares de este blog

Nueva visita a Ejército y política

Relatos de viaje - índice

que se mueran los feos